El Ayuntamiento de Villaviciosa ha reiterado al Principado de Asturias que las obras de restitución de la pasarela y la senda entre Rodiles y Misiegu deben ejecutarse sin interrumpir el paso de peatones. El alcalde, Alejandro Vega Riego, propone una actuación por fases: primero desmontar el tramo de madera más próximo a Misiegu, reabrirlo al público tras retirar la estructura y dejar para septiembre la colocación de la nueva base de árido compactado. Mientras tanto, la empresa pública Tragsa podría avanzar hacia Rodiles, donde existe paso alternativo por la playa y por el camino que discurre tras los cámpines.
Las obras, iniciadas la pasada semana, suponen una inversión cercana a 175 000 euros y forman parte del plan de actuación en la ría financiado con fondos europeos Next Generation. El proyecto sustituirá la madera deteriorada —muy expuesta a las mareas— por un firme de árido compactado y renovará íntegramente la pasarela elevada.
En cartas remitidas los días 23 y 30 de junio, el consistorio recuerda al Principado que, si no se garantiza el tránsito seguro de vecinos y turistas durante los trabajos, prefiere que se suspendan hasta después del verano. El regidor lamenta que no se autorizase la solución que considera ideal —una escollera con pasarela elevada junto al cámping de Misiegu—, al entender que la madera volverá a sufrir daños con el tiempo.
Vega Riego ha calificado de “oportunismo político” las críticas del presidente local del PP y diputado regional, José Felgueres, subrayando que durante los gobiernos populares no se invirtió en la conservación de la senda. El gobierno municipal sostiene que, mientras algunos “se hacen fotos”, el Ayuntamiento “trabaja para dar soluciones y defender el interés de los vecinos”.
Tragsa ha esgrimido motivos de seguridad laboral para impedir el paso durante la obra, postura que el Ayuntamiento considera inaceptable en plena temporada alta, pues la senda es la única conexión peatonal segura entre ambas orillas de la ría. Si no se alcanza un acuerdo, el consistorio exigirá la paralización temporal de los trabajos y se reserva el derecho a reclamar a la Demarcación de Costas los costes de futuras reparaciones, como ya ha advertido en el caso de la escollera de la “Playina de Miami”.