Todos los contaminantes disparados en Oviedo
Según los datos oficiales que facilita el Gobierno de Asturias de contaminación atmosférica y calidad del aire en su web, de acuerdo a la obligación que tiene recogida en la Directiva 2008/50/CE y el R.D 102/2011.
Sigue disparado el cancerígeno benceno, alcanzando un valor de 20,4 µg/m3 en la estación de control de calidad del aire de Trubia, localidad que viene presentando los peores valores de este contaminante en Asturias.
El valor límite recomendado en media anual por la NR es de 1,7µg/m³ (valor estimado asumido como riesgo aceptable). La OMS no tiene establecida una guía de calidad del aire para este contaminante, pero afirma que no hay ninguna concentración de benceno por debajo de la cual se pueda considerar que no existan riesgos para la salud humana.
Ayer se alcanzó un valor de 238 µg/m3 de Dióxido de Azufre (SO2) en la estación de Trubia. La Organización Mundial de la Salud recomienda no superar una media de 40 µg/m3 de SO2 en 24 horas, la tolerante normativa española permite alcanzar los 125 µg/m3 de media diaria, de acuerdo al RD 102/2011.
El dióxido de azufre (SO2) se ha asociado a problemas de asma y bronquitis crónica, aumentando la morbilidad y mortalidad en personas mayores y niños. Los asmáticos y las personas con enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) y con problemas cardíacos son los más sensibles a los efectos del SO2. El azufre es un veneno altamente nocivo para la salud de las personas.
También se dispararon las concentraciones de material particulado, alcanzándose valores altísimos en la estación de Ventanielles con 77 µg/m3 de micropartículas Pm 2,5 y con 107 µg/m3 de micropartículas PM10 en la estación de Trubia.
Las administraciones responsables de la gestión de la calidad del aire (el gobierno regional y el Ayuntamiento) son las responsables de evitar (o empeorar) un caso grave de salud pública como este. En la actualidad, la cantidad y calidad de los estudios que demuestran cómo afecta la contaminación ambiental a la salud de las personas, al desarrollo de las funciones cognitivas en menores de ocho años y a la calidad de vida de una población, no pueden ser obviados por una clase dirigente que no adopta las medidas necesarias poniendo así en peligro a la población.
Debido a la situación de urgencia climática en la que nos encontramos, conocemos mejor, tanto las fuentes de emisión de la contaminación atmosférica, como la contribución de los contaminantes del aire a la carga mundial de morbilidad. La omisión de responsabilidades ante este problema de salud pública y la falta de un protocolo de actuación es una actitud injustificable.
Las administraciones responsables de la gestión de la calidad del aire (el gobierno regional y el Ayuntamiento) son las responsables de evitar (o empeorar) un caso grave de salud pública como este. En la actualidad, la cantidad y calidad de los estudios que demuestran cómo afecta la contaminación ambiental a la salud de las personas, al desarrollo de las funciones cognitivas en menores de ocho años y a la calidad de vida de una población, no pueden ser obviados por una clase dirigente que no adopta las medidas necesarias poniendo así en peligro a la población.
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