Esta madrugada se alcanzó un valor del cancerígeno benceno en Lauredal 13,4 µg/m3 , un valor de 13,2 µg/m3 en Veriña , y ayer fue un valor 14 µg/m3 Lauredal y de 10,8 µg/m³ en Veriña.
El valor límite recomendado en media anual por la NR es 1,7µg/m³ (valor estimado asumiendo como riesgo aceptable) . La OMS no tiene establecida una guía de calidad del aire para este contaminante, pero afirma que no hay ninguna concentración de benceno por debajo de la cual se pueda considerar que no existen riesgos para la salud humana.
De acuerdo a los datos oficiales que facilita el Gobierno de Asturias de contaminación atmosférica y calidad del aire en su web de acuerdo a la obligación que tiene recogida en la Directiva 2008/50/CE y el R.D 102/2011.
El Gobierno de Asturias no regula el benceno, ni lo hacía en el protocolo de contaminación del año 2018, ni lo hizo en el 2024, a pesar de que se produce una elevada contaminación de este contaminante en Oviedo, Langreo y Gijón que es un contaminante extremadamente peligroso. El Ayuntamiento de Gijón quedó en regularlo pero sigue sin hacerlo.
El benceno es un compuesto orgánico potencialmente carcinogénico que, tras ser inhalado y después de exposiciones prolongadas, puede ocasionar graves efectos sobre la salud humana, ya que afecta al sistema nervioso central y a la normal producción de células sanguíneas, puede deteriorar el sistema inmunitario y dañar el material genético celular, lo que a su vez puede originar determinados tipos de cáncer (leucemia) así como malformaciones congénitas.
A los elevados niveles de benceno, se suman valores disparados de partículas de menos de 2, 5 micras y menos de 10 micras en varias estaciones (Veriña, Lauredal, Calzada,Roces, Pumarin) durante estos últimos días.
Las administraciones responsables de la gestión de la calidad del aire (el gobierno regional y el Ayuntamiento) son las responsables de evitar -o empeorar- un caso grave de salud pública como este. En la actualidad, la cantidad y calidad de los estudios que demuestran cómo afecta la contaminación ambiental a la salud de las personas, al desarrollo de las funciones cognitivas en menores de ocho años y a la calidad de vida de una población, no pueden ser obviados por una clase dirigente que no adopta las medidas necesarias poniendo así en peligro a la población.
Debido a la situación de urgencia climática en la que nos encontramos, conocemos mejor, tanto las fuentes de emisión de la contaminación atmosférica, como la contribución de los contaminantes del aire a la carga mundial de morbilidad. La omisión de responsabilidades ante este problema de salud pública y la falta de un protocolo de actuación es una actitud injustificable.
Portavoz
629892624 (Fruti)