El Auditorio del Centro Niemeyer acoge mañana, viernes 20 de diciembre, a las 20:00 horas, la representación teatral de Burro, una tragicomedia basada en las creaciones literarias que nos brinda la narrativa y el teatro clásico en torno a ese animal campestre, en una obra dirigida por Yayo Cáceres, con dramaturgia de Álvaro Tato y protagonizada por Carlos Hipólito.
En una finca vacía, un burro atado a una estaca le cuenta su vida a su sombra mientras se acerca un incendio forestal. Se inicia así un viaje tragicómico que explora los grandes textos clásicos sobre el asno y la intensa relación entre el animal y el ser humano. La música en directo y el teatro más puro acompañan a este asno sin nombre, de seis mil años, en un recorrido por sus aventuras, desventuras y peripecias a lo largo de la Grecia y la Roma clásicas, la Edad Media festiva y carnavalesca, el Siglo de Oro, la Ilustración y la Modernidad. Un relato que lucha contra el olvido mientras se acerca el fuego. Una obra que deja huella… de pezuña.
Ay Teatro presenta un espectáculo con una puesta en escena despojada, esencial, en el entorno vacío de la naturaleza al borde del abandono, con la amenaza del incendio cada vez más cercano como símbolo urgente del final que se aproxima, el extraordinario guitarrista Manuel Lavandera y dos jóvenes actores-músicos (Fran García e Iballa Rodríguez) acompañan con sus personajes, voces e instrumentos las atmósferas de las escenas, la construcción de los momentos líricos, épicos y cómicos y las canciones originales, como parte indispensable de una tradición que se canta y se cuenta.
“Burro es la historia de un burro atado a una estaca en sus últimos momentos, pero este burro de nuestro espectáculo Burro ha vivido siglos y ha visto y sabe todo lo que se ha escrito y cantado sobre ellos. Entonces habla y nos cuenta y canta y su sombra le atiende y contesta a veces y así pasan sus días bucólicos pero cargados de sabiduría y dolor. Carlos Hipólito nos deja una excepcional y conmovedora interpretación en este montaje de Ay Teatro. Queríamos hacerlo, soñábamos con hacerlo y enternecernos y conmovernos porque al fin y al cabo todos y cada uno de nosotros llevamos un Platero en el corazón”, asegura el director de la obra, Yayo Cáceres.