El Principado recibirá 24,27 millones en fondos europeos del Perte de Digitalización del Ciclo del Agua para impulsar la modernización y la mejora de los sistemas de gestión y conocimiento de los recursos hídricos regionales. La consejera de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico, Nieves Roqueñí, ha ofrecido este dato durante la inauguración de una jornada monográfica sobre este proyecto estratégico, en la que también ha participado el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán.
La jornada, que ha contado con la presencia de decenas de alcaldes y alcaldesas, personal municipal y empresas gestoras del agua, ha servido para poner en valor la importancia de la digitalización del ciclo del agua y los proyectos que se van a poner en marcha en Asturias, cofinanciados por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
«La digitalización del ciclo del agua, desde la captación del recurso que nos llega a nuestras casas o empresas hasta su devolución, una vez depurada, al medio ambiente, será sin duda una de las palancas que nos permitirá afrontar el cambio de paradigma de la transición ecológica, energética y tecnológica, ahorrando tanto consumo de agua como energía, y reduciendo por tanto la huella hídrica y la huella de carbono de nuestra región», ha destacado la consejera.
En el caso de Asturias, los fondos permitirán el desarrollo de los siguientes proyectos:
– D’AUGA. Digitalización del Ciclo del Agua en la Aglomeración Urbana de Avilés.
– Arrudos 100. Liderado por Cadasa, el Principado y la Empresa Municipal de Aguas de Gijón.
– ANDA. Aglomeración del Nora-Digitalización del Agua.
Estas tres iniciativas abarcan municipios en los que vive el 70% de la población asturiana.
Además, los recursos europeos también facilitarán la puesta en marcha de un plataforma digital del agua a modo de observatorio regional que permitirá disponer de datos e indicadores autonómicos, tanto del recurso gestionado por Cadasa como por pequeños municipios.
A nivel regional, los Perte movilizarán inversiones por un valor próximo a los 35 millones.
La digitalización del ciclo del agua permitirá, entre otros elementos, conocer en tiempo real la disponibilidad de agua e identificar fallos y pédidas en la red de distribución, con el objetivo de planificar decisiones y adelantarse a posibles escenarios adversos vinculados al cambio climático, desde la escasez de agua en periodos de sequía a su exceso en momentos de lluvias intensas.