El presidente del Principado participó esta mañana en la toma de posesión de Nieves Roqueñí, hasta hace unos días consejera de Transición Ecológica, como nueva presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón. Adrián Barbón subrayó la capacidad de trabajo de Roqueñí, así como su conocimiento técnico y buen hacer, cualidades que la hacen idónea para convertir al puerto de El Musel en un catalizador de la transformación económica que vive Asturias.
La llegada de la alta velocidad y el desbloqueo de la ZALIA son dos razones de peso para considerar que el Principado puede convertirse en el polo logístico del Cantábrico. El presidente destacó la importancia de El Musel para el porvenir económico de Asturias, así como para consolidar proyectos de inversión y mejorar las rutas comerciales. Fijó tres metas para El Musel: ser un puerto seguro, limpio y abierto, y resaltó la importancia de la colaboración entre el puerto y la ciudad de Gijón.
Sobre el trabajo de Roqueñí al frente de la consejería de Transición, el presidente destacó el impulso que le había dado a la agilidad en las tramitaciones ambientales, así como la concesión de subvenciones. Fruto de ese trabajo, ArcelorMittal ha impulsado una inversión de 213 millones para la construcción de un horno de arco eléctrico en Veriña (Gijón). Se trata de la única inversión en materia de descarbonización que la multinacional siderúrgica tiene en marcha en Europa.
Barbón también tuvo un recuerdo para el expresidente del Principado, Vicente Álvarez Areces, fallecido en 2019, quien, gracias a su empuje, fue el impulsor de la ampliación del puerto. Además, subrayó la necesidad de seguir trabajando para que El Musel sea un agente de cambio positivo para Gijón y para la economía asturiana. “Nieves, quedas al mando. Y recuerda que Gijón y Asturias son tierra de oportunidades”, concluyó Barbón.
A continuación, se recoge la intervención íntegra del presidente del Principado durante la toma de posesión de Nieves Roqueñí como nueva presidenta de la Autoridad Portuaria de Gijón:
Estamos al lado del mar. Si alzamos los ojos, veremos cómo el Cantábrico se funde en la lejanía. El Musel es el abrazo de Gijón a ese ancho horizonte con toda su capacidad logística, comercial e industrial. A ti, Nieves, presidenta del mayor puerto de Asturias, que asumes el mando de una infraestructura clave para el futuro del Principado, te corresponde sacarle el máximo provecho a todo su potencial.
El 29 de noviembre de 2023 abrió el tráfico de viajeros y mercancías la variante de Pajares. Simbólicamente, fijé esa fecha como el inicio de la década del cambio. Pues de eso se trata esta mañana, de convertir El Musel en un catalizador de la profunda transformación que vive nuestra comunidad.
Nieves, estarás pensando en cómo lograr ese propósito. Me permito darte un primer consejo: confía en tu enorme capacidad de trabajo, en tu conocimiento técnico, en tu rigor y en tu buen hacer. Por esas cualidades y, añado, por tu disposición al diálogo, eres la persona idónea para conseguirlo.
Además, por tu trayectoria, conoces bien los engranajes de la economía asturiana. Sabes que con la llegada de la alta velocidad y el desbloqueo de la ZALIA tenemos razones fundadas para pensar que el Principado puede convertirse en el polo logístico del Cantábrico. Sabes también que en breve la Comisión Europea debe tomar decisiones que protejan de manera efectiva la siderurgia comunitaria y garanticen su competitividad. Ahora todos tenemos la vista puesta en el miércoles, cuando se hará público el Acuerdo para una Industria Limpia, ese plan decisivo para hacer realidad la transición justa que todos deseamos hacia una economía verde, la meta en la que tanto se juegan la Unión, Asturias y este mismo puerto. Espero de veras que ese documento esté a la altura del desafío global que afronta la industria europea.
Voy a detenerme un instante en este asunto. A pocos kilómetros de aquí están en marcha las obras del horno de arco eléctrico de Veriña. Es una inversión de 213 millones que sitúa las instalaciones asturianas a la vanguardia de la descarbonización. Y si ya se han iniciado es, en buena medida, porque la Consejería de Transición Ecológica que tú liderabas despachó toda la tramitación ambiental y la concesión de subvenciones con agilidad. Es algo que merece la pena recordar.
Recupero el hilo de la intervención. En resumen, estaba intentando explicar por qué sabes de sobra la extrema importancia de El Musel para el porvenir económico del Principado. Estamos hablando de tráficos, de rutas comerciales, de combinar varios tipos de comunicaciones o de consolidar ambiciosos proyectos inversores en marcha, algunos, aquí mismo, en el propio puerto. Es, con la palabra marinera, hora de que este puerto acompañe a Asturias en esta nueva travesía.
Una travesía que nunca debe olvidar su punto de partida. Cuando confirmé tu nombramiento, fijé tres metas: un Musel seguro, limpio y abierto. Vuelvo a repetirlas. Si El Musel abraza el mar, Gijón abraza su puerto. Entre la ciudad y este equipamiento tiene que haber una relación permanente, abierta, de colaboración mutua. Los barrios de El Muselín, Pescadores, Natahoyo, La Calzada o Portuarios deben tener la certeza de que el puerto no es sólo un enclave de actividad fabril y comercial, sino también una parte esencial de su ciudad que contribuye a hacerla más próspera y más humana.
No todo va a ser encargarte deberes. Me dirijo ahora al resto de autoridades. Aquí tenemos tarea todas las administraciones, e incluyo al Gobierno de Asturias. Por nuestra parte, por parte del Principado que presido, asumo el compromiso de ofrecer siempre una cooperación leal para trabajar unidos por esos tres fines que he citado. Mi gobierno al completo va a hacer todo lo que esté en su mano para que los puertos de Gijón y Avilés sean palancas de cambio en la construcción de la mejor Asturias.
Quiero también tener un recuerdo. Hace poco más de seis años falleció el presidente Vicente Álvarez Areces, Tini Areces, que también ocupó la alcaldía de esta ciudad. La ampliación del puerto fue uno de sus proyectos más queridos. Probablemente, nunca se hubiese hecho realidad sin su impulso. Ahora que lo contemplamos como una de las mejores plataformas para el desarrollo de Asturias es bueno tenerlo en cuenta.
Uno de los rasgos de Tini era, precisamente, que nunca desfallecía, ni cuando venían mal dadas. Nosotros tampoco podemos permitírnoslo. Al contrario, uno de los mejores homenajes que podemos rendirle es echar el resto para que El Musel sea ese potente agente del cambio para mejor de Gijón, de la industria y la economía de Asturias.
Nieves, quedas al mando. Y recuerda, Gijón y Asturias son una tierra de oportunidades.
Muchas gracias.