El Gobierno de Asturias sigue empeñado en acabar con los peces de nuestros ríos, si ayer fue el salmón y la trucha, hoy le toca a la anguila, tal como hoy publica el Bopa la resolución de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria, por la que se regula la campaña 2024/2025 de pesca de la angula y se aprueban los planes de gestión, con las mismas 36 embarcaciones y 144 pescadores que el pasado año
Desde la Coordinadora Ecoloxista volvemos a reclamar un paro biológico que vede la pesca de la angula sin falta, tal y como está vedada su adulto, la anguila, ante la continua disminución de la especie en nuestros ríos. Habida cuenta de la reducción del importe total de ventas de los desembarcos, cada vez resulta más evidente lo fácil que resultaría declarar un paro biológico incentivado, que podría no despertar oposición tanto en los que efectúan la pesca desde embarcación como desde tierra.
Estamos hablando de la supervivencia de una especie en “peligro critico” en la Lista Roja de la UICN. Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza., no tiene ningún fundamento ni sentido que se permita la pesca profesional de la angula, estando vedada la de la anguila. No podemos más que cuestionarnos qué motivos llevan a permitir la pesca del alevín y a vedar el ejemplar adulto, y aunque, somos plenamente conscientes que dichos motivos son económicos, seguimos sin comprender cómo pueden ejecutarse estas resoluciones contradictorias que únicamente conducen a la mengua sistemática de las especies y, por supuesto, a la de la pesca.
Parece de sentido común que se tramite un paro biológico de la flota (única medida que vemos realmente efectiva a corto plazo), al igual que se hace con otras especies con claras reducciones de sus stocks pesqueros. Este paro unido a la prohibición total de la comercialización, pondría muchos más obstáculos al furtivismo que ha vuelto a ser noticia por la exportación viva que se hace a China de forma reiterada en los últimos años aprovechándose de la tolerancia.
Las numerosas investigaciones y estudios científicos no dejan lugar a dudas sobre la crítica situación de la anguila europea: estiman una pérdida de biomasa del 98% de esta especie, una cifra terrible que la sitúa muy lejos de los límites de su seguridad y no dejan más posibilidad que un pronóstico muy pesimista sobre su supervivencia.
Entre las causas evidentes, principales de esta amenaza están la pesca comercial (bien profesional o furtiva) y la destrucción de su hábitat, reducido cada vez más a tramos litorales de las cuencas fluviales.
Así las cosas, es necesario que el Gobierno de Asturias limite estrictamente la pesca de los alevines de la anguila -las angulas-, y permita la recuperación de los bancos naturales en beneficio de la especie, en primer lugar y del futuro de una pesca sostenible en segundo. Es evidente que las actuales capturas hacen la pesquería insostenible interfiriendo en el crecimiento de las angulas, que no llegan a alcanzar su fase adulta, y poniendo así en riesgo el futuro de este pez que antes abundaba en nuestros ríos.
Al final tendrá que ser la comisión europea la que imponga las medidas de protección como en tantos temas conservacionistas, a la vista de la inoperancia de esta Comunidad en ejercer una verdadera labor de protección de esta especie.