Adrián Barbón ha resaltado hoy en la Junta General las buenas expectativas de la industria de la defensa en Asturias, acrecentadas por los proyectos confirmados por Indra y el grupo Escribano. El presidente, que ha respondido a las preguntas de los portavoces del PP, VOX y Foro, ha confrontado los esfuerzos del Gobierno del Principado para consolidar esta actividad con la indiferencia de la oposición.
El jefe del gobierno ha subrayado la implicación del Principado en el despliegue inversor de las empresas del sector. Con el Ministerio de Defensa, con Indra, Escribano o el consorcio Tess Defence, el Ejecutivo –y, con frecuencia, el propio Barbón- mantiene contactos habituales. Detrás de los nuevos proyectos “hay mucho trabajo”, ha enfatizado: desde la creación de la Consejería de Ciencia hace ya seis años hasta el apoyo a la adjudicación de contratos a Santa Bárbara, el impulso al hub de la defensa o las negociaciones continuas con el sector.
Esta labor de “complicidad y trabajo compartido” se está traduciendo en resultados prácticos: más encargos, más empleo y más dinamismo económico. Como argumento a favor de la gestión del gobierno, Barbón ha citado las manifestaciones de Ángel Escribano, presidente de Indra, quien ha reconocido las “facilidades” ofrecidas por el Principado para asentarse en Asturias.
En la actualidad, la fábrica de Trubia y la planta de Rheinmetall tienen tarea asegurada para años. Escribano prevé convertir su centro de I+D de Avilés en la referencia nacional, Indra ha anunciado la compra del tallerón de Duro en Gijón/Xixón para fabricar blindados y busca emplazamiento para otra factoría en Asturias. Escribano también sopesa localizar otra fábrica en el Principado dedicada a la producción de sistemas electro-óptimos.
Frente a todo este esfuerzo, la respuesta de la oposición es la pasividad, ha lamentado el presidente. Ni entusiasmo, ni proactividad, “ni una palabra”, ha destacado, pese a la importancia del sector para la consolidación de la industria en Asturias.
Barbón también ha aprovechado la sesión para recordar la alianza parlamentaria entre PP y Foro, presentada en la Junta General el sábado. Ha bromeado sobre la buena labor de los servicios de limpieza del parlamento –“no he encontrado ni un grano de arroz de la fabulosa boda”- y ha advertido que, al final, ambas fuerzas acabarán echándose en manos de la extrema derecha, como ha hecho el gobierno de Carlos Mazón en Valencia. “Como en la canción, sin ti no soy nada”, ha afirmado, en alusión a VOX.
El juicio más duro lo ha reservado para el portavoz de Foro, Adrián Pumares: le ha emplazado a explicar “por qué ha renunciado a ser una fuerza útil, a tener personalidad política para convertirse en un satélite orbital” del PP. “Mientras unos pensamos en soluciones, otros piensan en elecciones”, ha añadido.