El salón de plenos del Ayuntamiento de Oviedo ha acogido, esta mañana, el acto de nombramiento como Hijo Adoptivo de la Ciudad de Oviedo a título póstumo a Leopoldo Enrique García- Alas y Ureña, Clarín, al que ha asistido el Alcalde, Alfredo Canteli; miembros de la Corporación, la Cronista oficial de Oviedo, Carmen Ruiz Tilve y familiares del homenajeado “al que esta ciudad tanto le debe”, ha asegurado el presentador, Alfredo Vallina, quien ha especificado que “en ese caso serán tres actos: el reconocimiento y entrega del título de Hijo Adoptivo a título póstumo, una lectura pública de La Regenta -hoy tenemos expuesto un ejemplar, el más antiguo de los que atesora el archivo histórico municipal, de 1900, impreso en Madrid y con prólogo Benito Pérez Galdós y, por último, visita a la placa conmemorativa al homenajeado en la calle Uría 34, donde Clarín escribió La Regenta” hace ahora 140 años.
El Alcalde, Alfredo Canteli, ha comenzado su intervención asegurando: “Hoy, por fin, vamos a rendir el homenaje que se merece a una de las grandes figuras de nuestra historia. Hoy es un día muy importante para Oviedo. Nombrar a Leopoldo Alas Clarín, Hijo Adoptivo de nuestra ciudad era, qué duda cabe, una gran deuda pendiente que en este sencillo pero sentido acto vamos a saldar con orgullo y con humildad. Soy consciente, todos lo somos, de que en política, tristemente, a veces, es más lo que nos separa que lo que nos une. Sin embargo, no caben las diferencias cuando se trata, como en este caso, de homenajear a quien nos ha hecho mejores. No seré yo quien hoy os descubra, ni a vosotros ni a nadie, la grandeza literaria de Leopoldo Alas Clarín. Tampoco su talento ni su genialidad que lo convirtieron, como todos sabemos, en un autor universal. Si que me gustaría, no obstante, trasladar en nombre de todos los ovetenses y en el mío propio como Alcalde, la profunda admiración y el sincero respeto que le profesamos a este ilustre personaje, sin el cual la historia y, puede que hasta la propia idiosincrasia de nuestra ciudad no habrían sido las mismas. Clarín nació en Zamora, pero fue aquí, en Oviedo, donde residió con su familia, donde se formó como escritor, a pesar de que estudió Derecho y donde encontró la inspiración para crear su inmensa obra literaria”.
Su conexión con Oviedo, ha continuado el primer edil, “fue tan profunda que él mismo presumía de sentirse más asturiano que a Zamorano. Y fue precisamente ese hondo vínculo con nuestra ciudad lo que le permitió construir en su imaginación aquella noble y leal Vetusta que plasmó en La Regenta. Gracias a Clarín, Oviedo es el escenario de la novela más importante del realismo español, la obra cumbre de la literatura del siglo XIX.”
Además de la trascendencia, “inequívoca y conocida universalmente, de su obra literaria” el regidor ha recordado la relevancia de Clarín en la vida política y cultural de Oviedo. “Fue concejal de este Ayuntamiento y uno de los grandes impulsores de la construcción del Teatro Campoamor. Es decir, su figura fue indispensable y crucial para la cultura de Oviedo y para toda la sociedad ovetense. No solo con el paso de los años, cuando su talento excepcional para la escritura fue alcanzando la enorme dimensión que ocupa hoy en día, sino también en su propio tiempo. Clarín fue un ovetense de adopción innovador, tenaz, perseverante y mordaz que exploró las complejidades de su época y las desafió con coraje, en su empeño de construir una sociedad mejor y más justa. Un deseo lleno de juicios, de reproches y de autocrítica que, sin duda, reflejó en su obra literaria. Estoy convencido de que su pensamiento y espíritu crítico ha llegado hasta nuestros días, marcándonos como sociedad e influyendo en una ciudad que, todavía hoy, es exigente e inconformista consigo misma. Se dice en La Regenta que Fermín de Pas “era enemigo de dar nombre a las cosas, sobre todo a las difíciles de bautizar”. Pues bien, algo así me ocurre a mí hoy. ¿Cómo calificar con palabras el gran legado que Leopoldo Alas Clarín ha dejado en nuestra ciudad? Es difícil bautizar, tal y como decía El Magistral, esa huella imborrable y universal de tan extraordinaria envergadura. Espero, al menos, que con este humilde reconocimiento, a título póstumo, que van a recibir los familiares de Clarín, compensemos de algún modo una deuda histórica y difícil de saldar teniendo en cuenta la talla del homenajeado”.
Tras la lectura, por parte del secretario general del Pleno, del acuerdo plenario de concesión del título de Hijo Adoptivo de Oviedo, su bisnieta Ana Cristina Tolivar lo ha recogido y ha querido «dar las gracias, en nombre de la familia de Clarín, a quienes promovieron que hoy se le tributen estos honores, así como a quienes apoyaron y aprobaron la iniciativa. No podemos olvidar que, mientras Leopoldo Alas escribía en Oviedo La Regenta, su padre, Genaro Alas y Suárez de la Vega, era Alcalde de la ciudad y que, pocos años después, el propio escritor sería concejal de este municipio que hoy le adopta como hijo. En el año 1900, Benito Pérez Galdós escribía en el prólogo a una nueva edición de La Regenta. Desarrollase la acción en la ciudad, que bien podríamos llamar la patria de su autor, aunque no nació en ella, pues en Vetusta tiene Clarín sus raíces atávicas y en Vetusta moran todos sus afectos (…) llegará la ocasión de ofrecer al ilustre hijo de Asturias la consagración solemne, oficial, en cierto modo, de su extraordinario ingenio, consagración que, cuanto más tardía, será más justa y necesaria”.
Tras la lectura de varios fragmentos de La Regenta (Pedro de la Llave Alas, uno de los nietos de Clarín, ha sido de uno de los lectores) los asistentes se han trasladado al número 34 de la calle Uría, en el que una placa recuerda que en ese inmueble el ya Hijo Adoptivo de Oviedo escribió La Regenta.