El Consorcio para la Gestión de Residuos Sólidos de Asturias (Cogersa) iniciará el proceso de reestructuración interna de sus órganos de gestión con la supresión del área de Organización. La decisión ha sido adoptada por la gerencia de la sociedad y tendrá efectos a partir del uno de diciembre, según la información facilitada esta mañana por la gerente, Paz Orviz, al consejo de administración.
La eliminación de esta área supone el primer cambio interno en la reordenación de la estructura de Cogersa y responde al mandato asignado a la gerencia por los órganos de gobierno y por la presidencia del consorcio. La nueva organización podría estar definida en un plazo de mes y medio, para lo que se contratará un servicio externo de consultoría.
Se trata de una primera decisión «rápida» y «quirúrgica», según ha explicado la consejera de Transición Ecológica y presidenta de Cogersa, Nieves Roqueñí.
Por otro lado, en la reunión del consejo y de la comisión delegada se ha aprobado el proyecto de ampliación de la planta de compostaje y la adquisición de una nave en Siero para la puesta en marcha de una nave de preparación para la reutilización. “Este proyecto nos pone en la línea de cumplimiento de los objetivos de reciclaje y de preparación para la reutilización en el marco de la Ley de Residuos», ha explicado Roqueñí. La adquisición de este inmueble se trasladará para su aprobación a la junta general del consorcio en una reunión prevista para diciembre.
Reconstrucción plan de basura bruta
Además, Roqueñí ha considerado “una buena noticia” el inicio de los trabajos de reconstrucción de la nave A de la planta de tratamiento de basura bruta, que se extenderán durante un año con el objetivo de que las instalaciones entren en funcionamiento a finales de 2025. Posteriormente, comenzará un período de puesta en marcha que se prolongará durante cinco meses.
La presidenta del consorcio ha explicado que el coste de las obras de reconstrucción, valoradas en 14,7 millones, se financiará inicialmente con recursos propios de Cogersa. Posteriormente, se reclamará a los explotadores de la planta que asuman parte de los daños. Para ello, los peritos del consorcio están evaluando los desperfectos que les correspondería abonar a las empresas Valtalia y Tragsa.