El Hospital de Jarrio acaba de renovar el área de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) para mejorar la comodidad y la calidad de la atención. Los trabajos también han incluido la sustitución del equipamiento y el cambio de las instalaciones de electricidad y fontanería.
La actuación se realizó accediendo a la UCI desde el exterior del edificio mediante un andamio, lo que ha permitido mantener el funcionamiento de la unidad durante todo el tiempo. Por ello, se habilitó de manera puntual un box como zona limpia y un baño se usó como zona sucia.
Las UCI cuentan con áreas separadas, denominadas zona sucia y limpia, para minimizar la transmisión de infecciones y mantener la higiene. La zona limpia es aquella en la que se realiza la preparación de materiales estériles y limpios, mientras que la sucia es donde se procesa material no estéril o que ha estado en contacto con pacientes.
La obra consistió en retirar equipamiento viejo y en demoler un tabique para reordenar el espacio, que ahora se divide con una puerta corredera que delimita la zona limpia, la inmediata a la entrada, y la zona sucia.
En el área limpia se ha ubicado el nuevo lavamanos, que no precisa accionamiento manual, y un mueble con espacio de trabajo y zona de almacenaje. Por otra parte, en el circuito sucio se ha instalado nuevo desinfectacuñas, el área de vertido y un fregadero para utensilios voluminosos, así como la toma de agua regulada térmicamente para el aseo de pacientes.
Además, se ha instalado un falso techo adaptado a los nuevos espacios creados, se han renovado y reorganizado las instalaciones de fontanería, desagües y electricidad y se han pintado las paredes.
La Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Jarrio, que dispone de ocho boxes abiertos y dos de aislamiento, tiene capacidad para diez personas. Además de estas habitaciones, cuenta con un despacho de información médica, una zona para el personal de enfermería y dos vestuarios.