El puerto de Lastres ha iniciado esta semana una nueva fase de actuaciones con el comienzo de las labores de limpieza y dragado en la zona de atraque. Esta intervención, clave para garantizar la operatividad del puerto y mejorar la maniobrabilidad de las embarcaciones, busca eliminar los sedimentos acumulados en el fondo y asegurar los calados adecuados para la flota pesquera y de recreo que utiliza habitualmente estas instalaciones.
Los trabajos están siendo ejecutados por la empresa Excade, firma asturiana especializada en obra civil y marítima, que recientemente ha sido reconocida en los Premios Industria 4.0, organizados por CTIC y Caja Rural de Asturias, por su apuesta por la innovación tecnológica aplicada al sector de la construcción.
El dragado forma parte del mantenimiento ordinario del puerto y responde a la necesidad de mantener las condiciones de seguridad necesarias para las embarcaciones, especialmente en un puerto como el de Lastres, que combina usos pesqueros y turísticos y está expuesto a importantes acumulaciones de sedimento por la dinámica de su litoral.
Las imágenes de estos días muestran ya el despliegue de maquinaria y operarios en la zona portuaria, en una actuación que previsiblemente se extenderá durante varias jornadas. La normalidad con la que se están desarrollando las tareas contrasta con el otro gran frente que permanece abierto en la villa llastrina: el debate sobre el refuerzo del dique exterior.
El debate por los bloques de hormigón sigue generando tensión en Lastres
El plan de refuerzo del dique contempla la colocación de 398 bloques de hormigón de hasta 60 toneladas, que serían transportados desde una planta en Nava hasta Lastres por carretera. La opción elegida para su acceso al puerto —la empinada cuesta que desciende desde el núcleo urbano— ha desatado la alarma entre vecinos y colectivos, que temen por la seguridad estructural de las viviendas situadas a lo largo de esta vía.
Según ha confirmado el Principado de Asturias, sí se ha realizado un estudio geotécnico en la explanada portuaria, donde se colocarán los bloques. Sin embargo, no se ha llevado a cabo un análisis técnico detallado de la cuesta de acceso, el punto que más preocupa a los residentes.
En su lugar, se han colocado testigos en varias fachadas de viviendas colindantes, con el fin de detectar posibles movimientos o afecciones durante el paso de los camiones. Este sistema, aunque útil para el seguimiento en tiempo real, ha sido considerado insuficiente por parte de los vecinos, que reclaman un estudio previo y preventivo que evalúe la capacidad real del terreno para soportar la operación logística.
El pasado 23 de abril, en una reunión convocada por el Ayuntamiento de Colunga en la Cofradía de Pescadores, se abordó esta cuestión con presencia de autoridades del Principado, del alcalde y del patrón mayor. Durante el encuentro, se reiteró la necesidad de realizar un estudio geotécnico completo de la cuesta, pero la Junta General del Principado rechazó la propuesta, generando una ola de malestar.
La diputada del PP, Cristina Vega, ha denunciado públicamente esta decisión, recordando que el coste del estudio sería anecdótico dentro de los más de 4,5 millones de euros del presupuesto total. La ausencia de una evaluación técnica específica de la vía de acceso sigue alimentando el debate, en un proyecto que acumula modificaciones y retrasos desde su adjudicación inicial en 2022.
Mientras tanto, Lastres vive entre la maquinaria del dragado y la inquietud por lo que vendrá: la defensa de su puerto frente al mar, sin que se ponga en riesgo la integridad del pueblo que lo rodea.