El presidente del Principado ha invitado hoy al empresariado catalán a explorar líneas de colaboración con Asturias, “que reviertan en beneficio mutuo”, en cinco grandes áreas: energía, turismo, salud, tecnología y logística. Adrián Barbón ha celebrado esta tarde un encuentro con representantes de importantes compañías de Cataluña en la sede de la Cámara de Comercio de Barcelona en el que ha detallado las fortalezas de “la nueva Asturias”.
“Se trata de explorar las oportunidades de actividad en una y otra zona, en una comunidad asomada al Cantábrico y en una ciudad que es capital mediterránea. Es el encuentro de dos mares, por decirlo de alguna manera”, ha explicado Barbón.
A su juicio, hay un amplio margen de crecimiento en la cooperación económica y tecnológica entre el Principado y Barcelona, especialmente en un momento en el que urge acabar con el cliché “de una Asturias aislada y que languidece sometida a una eterna reconversión industrial”.
Entre los ámbitos susceptibles de elevar la colaboración, el presidente ha citado la energía y, más en concreto, la ruta del hidrógeno verde, dado que los puertos de Gijón/Xixón y Barcelona serán claves para la expansión de este nuevo vector energético por la península Ibérica. También se ha referido al turismo y ha recordado que, en los nueve primeros meses de este año, visitaron Asturias más de 130.000 personas procedentes de Cataluña, un 7,7% más que en el mismo período de 2023.
La investigación sanitaria es, según Barbón, otro de los campos en los que se pueden reforzar las relaciones con varios objetivos, por ejemplo, fomentar la innovación en biomedicina y ciencias de la salud y dinamizar la capacidad industrial del Sistema Nacional de Salud.
El desarrollo tecnológico y la logística son las dos últimas áreas a las que se ha referido el presidente. En cuanto a la primera, ha instado a fortalecer la colaboración en aspectos como el procesamiento de datos. Respecto a la segunda, ha señalado que los puertos cantábricos y mediterráneos “pueden resultar atractivos y complementarios para la actividad empresarial”.
Encuentro con empresariado catalán en la Cámara de Comercio de Barcelona
Me gusta la política útil y práctica. Ustedes tienen experiencia en este tipo de encuentros y saben que la retórica suele emplearse para envolver y camuflar los objetivos. Permitan que no me ande con disimulos y ahorre tiempo y palabras. Vengo con dos grandes propósitos: dar a conocer la nueva Asturias y proponer la exploración de las posibilidades de colaboración económica, tecnológica y empresarial entre esa nueva realidad de Asturias y Barcelona (y, por extensión, Cataluña entera).
La primera pregunta que se harán es por qué hablo de una nueva Asturias. Utilizo esa expresión para marcar distancias con los tópicos. Probablemente, ustedes hayan estado recientemente en el Principado –si no, háganlo, que no les defraudará- y sepan a qué me refiero, pero por si acaso hago una breve descripción.
– El día 29, esta misma semana, cumpliremos un año de la conexión a la red de alta velocidad ferroviaria a través de una obra colosal, la Variante de Pajares. Con tráfico mixto, de pasajeros y mercancías, ha tenido una respuesta espectacular, con grados de ocupación superiores al 90%. Por cierto, uno de los efectos colaterales de la alta velocidad ha sido que los enlaces aéreos con Barcelona hayan desplazado del primer puesto a los vuelos con Madrid.
– Asturias se ha convertido en un destino turístico cada vez más apreciado. Los datos mejoran año tras año y las expectativas son altísimas. De hecho, un estudio del BBVA prevé que el Principado registre el mayor crecimiento de todas las comunidades, favorecido por su condición de refugio climático.
– La industria está en plena transformación. Estamos en condiciones de hablar de una auténtica ola verde de inversiones destinadas a favorecer la reducción de emisiones, y que incluye a empresas tan potentes como Arcelor, Fertiberia, Asturiana de Zinc, Ence o, ya en el sector agroalimentario, Capsa, matriz de Central Lechera Asturiana. Quizá uno de los ejemplos más destacados de la renovada pujanza industrial son los astilleros, Armón y Gondán, ambos líderes de la construcción naval en España.
– Y, por añadir otra pincelada, estamos viviendo un despegue científico y tecnológico. Para que se hagan una idea, en cinco años hemos pasado de dos a 14 centros de I+D+i. En ese campo, sobresale la capacidad y el potencial biosanitario, con un instituto acreditado por el Carlos III en el que trabajan más de 900 profesionales.
No añado más brochazos. Todo esto que acabo de sintetizar acaba con la vieja imagen de la Asturias aislada, que languidece sometida a una eterna reconversión industrial. Yo ya saldría de aquí satisfecho con que cancelasen ese cliché. Cruz y raya a ese sambenito. Si puede servir de refuerzo, piensen que algunos de los viejos pozos mineros van a dedicarse a la investigación agrícola, a albergar centros de datos o, incluso, a simular las condiciones de la Luna.
Llegados a este punto, pueden hacerse la segunda pregunta. Si Asturias va tan bien, por qué aprovecho un viaje a Barcelona para reunirme con este selecto colectivo empresarial. Pues por dos razones muy sencillas: porque queremos ir mejor y porque estamos convencidos de que hay un amplio margen de crecimiento en la colaboración económica y tecnológica entre Asturias y Barcelona que revierta en beneficio mutuo. De eso se trata, de explorar las oportunidades de actividad en una y otra zona, en una comunidad asomada al Cantábrico y en una ciudad que es capital mediterránea. Es el encuentro de dos mares, por decirlo de alguna manera.
Soy un socialdemócrata a carta cabal. Defiendo el papel regulador del Estado y de las administraciones públicas. No obstante, sé muy bien que eso de coger al empresariado y decirle qué debe hacer, tutelarle para señalarle en qué áreas invertir, cuándo y cómo, suele dar el resultado justo. Así que ahora me limito a sugerir ámbitos susceptibles de elevar la colaboración empresarial:
Para no alargarme, me quedo en esas cinco áreas. Seguro que ustedes y nosotros podemos descubrir bastantes más para incentivar el desarrollo económico mutuo. Es un camino que ya descubrieron otras empresas hace muchos años. Un ejemplo que todos conocerán es la compra del Banco Herrero por el Sabadell, hace ya más de dos décadas. La entidad financiera ha mantenido su identidad asturiana, muy valorada por los clientes locales, al tiempo que ha aprovechado la capacidad operativa del Sabadell.
La relación ya está viva, pero tenemos capacidad para fortalecerla. Un buen comienzo son actos como éste.
Ciertamente, es un pequeño principio, pero no lo minusvaloremos. Hace unas semanas, Joan Manuel Serrat recibió en Oviedo el premio Princesa de Asturias de las Artes. En uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, si no el que más, interpretó esa hermosa canción que se llama Aquellas pequeñas cosas y dejó sin aliento a todo el auditorio. Así que démosle a este pequeño encuentro de dos mares toda la importancia que merece.
