En 2020 cobró forma un proyecto para la compilación de un bien inmaterial como el cancionero popular de Avilés. Pablo Moras y Rubén Díez se propusieron salvaguardar el patrimonio musical de la ciudad, a través de sesiones de grabación de las canciones que hasta entonces se habían transmitido de forma oral, y el estudio de las mismas. El material recopilado toma ahora forma de libro, «Cantares avilesinos», firmado por ambos músicos.
Editado por Nieva Ediciones, ha sido presentado esta mañana por Yolanda Alonso, concejala de Cultura de Avilés, acompañada por los autores, Pablo Moras y Rubén Díez.
El libro recoge melodías cuya presencia se ha certificado en una continuidad que va desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad. «Quiero agradecer a Pablo Moras y a Rubén Díez por realizar un trabajo tan necesario, conservar nuestra historia como ciudad, y quiero hacerlo muy especialmente a todos los informantes que se pusieron delante de la grabadora y dieron con su voz testimonio de canciones que ahora permanecerán para siempre. Sabremos cómo éramos, podremos estudiarlas y cantarlas», afirmó Yolanda Alonso.
Los cantares recogidos constituyen un grupo misceláneo y heterodoxo que incluye sobre todo habaneras, canciones marineras y de pescadores, pero también boleros, valses, chotis y otras músicas populares urbanas, así como folklore tradicional asturiano y de otras provincias españolas.
Este corpus de melodías forma parte de un patrimonio inmaterial de gran valor porque, independientemente de la antigüedad de éstas, la mayor parte, por no decir todas las canciones, se han transmitido oralmente de una a otra generación de avilesinos con el riesgo de desaparición que esto conlleva.
Conscientes de esta situación, los autores han querido dejar escritas algunas de estas canciones para que puedan ser consultadas en el futuro, ya que consideran que es casi una obligación poner sus conocimientos a disposición del patrimonio musical que nos toca de manera más cercana.
El libro incorpora un pequeño estudio de todas ellas, además de veinte adaptaciones elaboradas para distintos grupos instrumentales o vocales como sugerencia y ejemplo de su maleabilidad y de lo que se puede hacer con esta música.
Así mismo, la edición incorpora imágenes cedidas por Angélica García, Benjamin Lebrato, Carmen Peláez, Favila, Julio Solís y Ramón Rodríguez.