Barbón ensalza la figura de Sebastián Álvaro, ejemplo de la “verdadera esencia del periodismo y un gran defensor de la naturaleza, la solidaridad y la justicia”

Fecha:

Quienes pisan con frecuencia las montañas saben bien que la confianza, la cooperación, la solidaridad y el trabajo en equipo son indispensables camino a cualquier cumbre. Unos valores que Sebastián Álvaro, el creador de Al filo de lo imposible, extrapoló también al periodismo durante toda su carrera profesional. “Ha cumplido con la verdadera esencia del periodismo: contar historias, dar voz a gente de todo tipo y de todos los lugares. Para esa misión, él eligió la aventura, los viajes y la exploración de tierras remotas”, ha destacado hoy el presidente del Principado, Adrián Barbón, durante la entrega a escritor y aventurero del Premio a la Promoción de la Cultura y los Valores Democráticos 2025 que concede la Asociación Espacio Cultural 19 10.

En tiempos de todo tipo de negacionismos y amenaza a los valores democráticos, ponderar la figura de Sebastián Álvaro se convierte en toda una declaración de intenciones. “Ante el riesgo que amenaza hoy nuestros valores, y que ha situado la involución al filo de lo posible, él apuesta por seguir fomentando la solidaridad, el respeto y la comprensión a los diferentes, los derechos y las libertades”, ha expresado el presidente. No en vano, el explorador forma parte de un proyecto de cooperación en el vallé de Hushè, en el norte de Pakistán, que desarrolla con la Fundación Sarabastall.

“Sobran motivos para este premio tan acertado. Confío en que su ejemplo cunda entre la juventud y que la aventura continúe por muchos años”, ha insistido Barbón.

Esta ha sido su intervención íntegra:

 

Felicidades al Espacio Cultural 19 10 por la segunda edición de esta feliz iniciativa que distingue la promoción de la cultura y los valores democráticos.

El año pasado nos reunimos para rendir homenaje a Víctor Manuel, uno de los nuestros, un asturiano universal siempre dispuesto a volver a casa. Hoy volvemos a congregarnos para reconocer la vocación universal de un madrileño –con raíces maternas en Tineo, hay que subrayarlo- que ha pisado todos los continentes y que en sus viajes nos ha transportado a las zonas más agrestes de la Tierra. Hoy, Sebastián, también eres uno de los nuestros.

Nombrar a Sebastián Álvaro y pensar automáticamente en su gran obra, Al filo de lo imposible, es inevitable. Aquellos documentales que La 2 mantuvo más de 35 años en antena se han convertido en uno de los grandes clásicos de la televisión pública española.

Cada una de las emisiones combinaba deporte con conocimiento, exploración y aventura. No solo nos acercaban a paisajes remotos y desconocidos, sino también a sus gentes y costumbres. Además, nos enseñaban la importancia de proteger la naturaleza y nos recordaban la imperiosa necesidad de conservar el medio ambiente. Algo que en Asturias –y, de manera muy especial aquí, en las cuencas- tenemos siempre presente.

Sebastián Álvaro asegura que se aleja del perfil tradicional del periodista. Sin embargo, reconoce que ha dedicado gran parte de su vida a contar historias. Yo creo que esa es la verdadera esencia del periodismo: contar historias, dar voz a gente de todo tipo y de todos los lugares. Para cumplir con esa misión, él eligió la aventura, los viajes y la exploración de tierras remotas. Recientemente le he escuchado decir que la aventura es el único modo que tenemos de robar tiempo a la muerte, es decir, que la aventura se ha convertido en su verdadero motor vital.

¿Y de dónde viene ese interés genuino de Sebastián por pisar rincones desconocidos? ¿Qué le mueve a enfrentarse a las limitaciones del ser humano ante las grandes montañas o las vastas extensiones de arena? La respuesta a esta pregunta nos la ha dado él mismo en alguna ocasión: esa curiosidad surgió gracias a los libros de su infancia, gracias a la invitación de su madre a la lectura, en definitiva, gracias a la cultura.

Esta reflexión enlaza con el premio que hoy recibe aquí, en Mieres del Camín, y que reconoce su contribución a la cultura y a los valores democráticos, esos que facilitan la convivencia en paz y que nos ayudan a fortalecernos como sociedad. La libertad, la justicia y la igualdad, pero también la tolerancia, el respeto y la solidaridad. Todos estos conceptos sobre los que hemos construido nuestra organización social necesitan hoy especial protección. El contexto internacional nos demuestra que no podemos dar nada por sentado, que tendremos que seguir defendiendo esos valores con uñas y dientes para las generaciones posteriores. 

Las personas que, como Sebastián Álvaro, aman la naturaleza, nunca olvidan estos valores, de los que puede depender la propia vida en circunstancias adversas. La cooperación, la confianza y el trabajo en equipo son esenciales en cualquier expedición, para ascender al Urriellu o al K2, para sobrevolar los Andes o para atravesar en moto el desierto de Gobi.  Por eso montañeros y montañeras han aprendido a interiorizarlos y practicarlos. Por eso los llevan siempre a gala.

Hay una faceta quizás menos conocida de nuestro homenajeado que sirve de ejemplo de todos esos valores y que merece especial atención. Se trata de un proyecto de cooperación en el vallé de Hushè, en el norte de Pakistán, que desarrolla con la Fundación Sarabastall. La agricultura, la educación, la sanidad y la construcción de un refugio-hotel son los cuatro pilares de esta iniciativa, que ha ayudado a mejorar la calidad de vida de su población, parte de la cual se dedica a las labores de porteo de las expediciones que cruzan la cordillera del Karakórum.

Como ven, a Sebastián Álvaro no le faltan actitud ni compromiso. Frente a los negacionistas de fenómenos como el cambio climático, él aporta conocimientos y experiencias. La democracia tiene hoy el enemigo a sus puertas, si no dentro de ellas. Ante el riesgo que amenaza hoy nuestros valores, y que ha situado la involución al filo de lo posible, él apuesta por seguir fomentando la solidaridad, el respeto y la comprensión a los diferentes, los derechos y las libertades. Por eso creo que este premio es tan acertado. Confío en que su ejemplo cunda entre la juventud y que la aventura continúe por muchos años.

Que Asturias es un paraíso para la aventura es una evidencia. Que ofrecemos una geografía brava de montañas y mar, también. Eso nos lo ha regalado la naturaleza. A nosotros, a quienes vivimos en esta tierra, nos toca mantener vivos otros rasgos que identifican Asturias: la solidaridad y la defensa orgullosa y perenne, día tras día, de nuestros derechos y las libertades. El premio a Sebastián Álvaro reúne todas esas señas. Contigo, Sebastián, uno de los nuestros, hoy hacemos cumbre en Mieres.

Compartir la noticia

Suscribirse

Popular

Noticias relacionadas

El Principado organiza mañana en la plaza del Fontán de Oviedo/Uviéu un aula al aire libre de educación en igualdad

El Gobierno de Asturias, dentro de la programación del Día Internacional de las Mujeres 8M, lleva la educación en igualdad a la calle con...

El Consorcio de Transportes de Asturias reforzará sus servicios con motivo de la huelga de cercanías ferroviarias

El Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) reforzará sus servicios puntualmente con motivo de las jornadas de huelga previstas a nivel nacional en las...

Ovidio Zapico entrega las llaves de cinco nuevas viviendas públicas de alquiler asequible en Soto de Agues, en Sobrescobio

El consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, ha participado esta mañana en la entrega de llaves a las...

+ Noticias
Asturias