El Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) ha sido uno de los tres centros seleccionados en España —junto con el Gregorio Marañón y el Ramón y Cajal, ambos en Madrid— para participar en el lanzamiento europeo de una nueva válvula cardiaca para tratar una de las cardiopatías congénitas más frecuentes: la regurgitación pulmonar grave en el tracto de salida del ventrículo derecho del corazón.
Esta cardiopatía se produce cuando la válvula de la arteria pulmonar no se cierra correctamente, lo que provoca que la sangre fluya de regreso al ventrículo derecho durante la fase de relajación del corazón (diástole). Si no se trata, esta disfunción puede derivar con el tiempo en insuficiencia cardíaca e incluso en muerte súbita.
El nuevo dispositivo representa un gran avance, ya que permite tratar esta patología de forma mínimamente invasiva, sin necesidad de recurrir a una cirugía a corazón abierto. Se trata de una válvula transcatéter autoexpandible, con forma de reloj de arena y fabricada con tejido porcino. Va plegada dentro de un catéter que se introduce en la pierna del paciente, a través de la vena femoral. Una vez posicionada en la válvula pulmonar dañada, se libera y recupera su forma original, restableciendo así su funcionalidad.
Un equipo del Área de Corazón del HUCA participó el pasado lunes en Madrid en las primeras intervenciones realizadas en España con esta válvula. Al día siguiente, el hospital asturiano implantó el dispositivo al quinto paciente del país: un varón joven con una estenosis pulmonar congénita operada en la infancia, que actualmente presentaba una insuficiencia pulmonar grave y requería intervención.
Un equipo altamente especializado del HUCA, liderado por el doctor Pablo Avanzas, director del Área de Gestión Clínica del Corazón, fue el encargado de realizar la intervención. También participaron el anestesista David del Valle, el cardiólogo intervencionista Alberto Alperi, y el personal de enfermería Francisco Javier García, Zahira Martínez, Pablo Álvarez, junto con las supervisoras Cristina Fernández y Ángela Herrero.
Esta válvula ha sido diseñada especialmente para pacientes pediátricos y adultos con un tracto de salida del ventrículo derecho nativo o previamente reparado mediante cirugía, como ocurre en casos de cardiopatías congénitas como la tetralogía de Fallot. Hasta ahora, el dispositivo se ha implantado en más de 2.500 pacientes en 151 hospitales de países como Estados Unidos, Canadá, Chile, Japón, Hong Kong, Israel, Arabia Saudí, Puerto Rico e India, antes de comenzar su uso en Europa.
Gracias a esta tecnología, se ofrece una alternativa más segura y con menor tiempo de recuperación frente a la cirugía convencional, lo que aumenta de manera significativa la calidad de vida de pacientes con este tipo de cardiopatías.