Formación jurídica, rigor y experiencia avalan, en opinión del jefe del Ejecutivo, Adrián Barbón, el nombramiento de Pablo Baquero como nuevo presidente del Consejo Consultivo del Principado. “No me cabe duda de que sabrás afrontar con solvencia la elevada responsabilidad de presidir el Consejo Consultivo”, ha expresado durante el solemne acto de toma de posesión celebrado en el palacio de Álvarez Nava de Gijón/Xixón, sede del órgano.
El nuevo Consejo Consultivo, cuyos integrantes tomaron posesión ayer, han elegido por unanimidad a Baquero para encabezar el órgano, “un síntoma inequívoco de la buena salud democrática de esta institución, que lanza un poderoso mensaje de rigor y sensatez al conjunto de la sociedad asturiana”, ha resaltado Barbón.
El presidente del Principado ha aprovechado el acto para reconocer y agradecer la importancia del desempeño del Consejo Consultivo, “porque actuáis como garantes del buen hacer de las administraciones, además de servir a la sociedad con la resolución de conflictos. Sois un aval para la buena práctica de las administraciones y, al mismo tiempo, un necesario contrapeso”, ha subrayado. Por último, Barbón ha asegurado el apoyo del Gobierno de Asturias a esta institución de referencia.
Esta ha sido su intervención íntegra:
Toma de posesión del presidente del Consejo Consultivo
Ayer mismo os daba la bienvenida como vocales de este nuevo mandato del Consejo Consultivo. Si entonces os ofrecía mi apoyo y colaboración, hoy reitero ese compromiso y traslado los mejores deseos para el desempeño de su función a Pablo Baquero, a quien habéis elegido como presidente de forma unánime. Quiero destacar que ha sido una propuesta colectiva y el nuevo presidente no se ha votado a sí mismo, algo también significativo. En el momento que nos toca vivir, lograr este tipo de consensos es algo casi exótico. Para mí es un síntoma inequívoco de la buena salud democrática de esta institución, que lanza un poderoso mensaje de rigor y sensatez al conjunto de la sociedad asturiana.
Pablo, no hace falta que subraye mi admiración personal. Conozco tu experiencia profesional, tu acreditada trayectoria en los servicios jurídicos del Principado, en los ministerios de Presidencia y Agricultura, en la empresa privada y en el propio Consultivo. No me cabe duda de que ahora sabrás afrontar con solvencia tu elevada responsabilidad. El Consejo ha hecho una excelente elección.
Tu formación jurídica, tu rigor, tu experiencia, te avalan. Tu pasión por el Derecho, especialmente el Derecho Público, te acreditan. Sin que me equivoque, eres reconocido en el ámbito del Derecho como uno de los mejores –por no decir el mejor- de la generación que compartimos muchos asturianas y asturianos.
Te deseo los mismos aciertos de quienes te precedieron en el cargo: Bernardo Fernández y Begoña Sesma. Su rigor y profesionalidad supone el mejor legado con el que puedes contar.
La reivindicación que has hecho del vigor de la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Asturias siempre es necesaria. No debemos dar nada por hecho. Hoy somos hombres y mujeres libres que vivimos pacíficamente en democracia gracias a ese marco constitucional que heredamos de aquellos que durante tantos años lucharon por el consenso.
El Consejo Consultivo, bien lo sabéis, es el superior órgano de consulta de la comunidad autónoma, con preeminencia sobre cualquier otro del mismo carácter. A lo largo de sus veinte años de existencia ha cumplido con esta función con una responsabilidad que lo ha convertido en una institución de referencia, caracterizada por las reflexiones pausadas y bien fundamentadas en sus dictámenes, y alejada del ruido que tanto acompaña la actividad pública.
Con seguridad, esa misma discreción explica que la labor del Consejo Consultivo sea poco conocida. Por eso, aprovecho esta toma de posesión para reconocer y agradecer la importancia de vuestro desempeño, porque actuáis como garantes del buen hacer de las administraciones, además de servir a la sociedad con la resolución de conflictos. Sois un aval para la buena práctica de las administraciones y, al mismo tiempo, un necesario contrapeso.
Permitidme que insista en una idea que ya expresé ayer. Las instituciones no se justifican sólo por sus años de existencia, sino, sobre todo, por su prestigio y utilidad. Por ello, todos quienes las integramos tenemos el deber de salvaguardarlas mediante nuestra dedicación, voluntad y talento. Si esta afirmación vale para cualquier época, resulta muy pertinente en nuestros días, ante la obstinación de quienes, como estamos viendo en distintos países, están empeñados en debilitarlas para ejercer su poder personal sin límites. En este punto, Pablo, también adquieres una ineludible responsabilidad: fortalecer aún más el Consejo Consultivo como pieza clave en nuestra arquitectura autonómica.
Tengo el convencimiento de que ese es un deseo compartido por todas las personas que estamos aquí reunidas. Poner lo mejor de nosotros mismos para mejorar nuestras instituciones. Con esta seguridad, vuelvo a daros la enhorabuena en nombre del Gobierno de Asturias. A Elena Díaz, Yovana Menéndez, Jesús Iglesias, Iván de Santiago y, de modo especial, a ti, Pablo Baquero, os deseo acierto en vuestro mandato. Que sea provechoso, riguroso, imparcial y ponderado. Sé que hacerlo es redundante porque si habéis sido elegidos para este trabajo es, precisamente, por ser juristas de reconocido prestigio, y de amplia experiencia.
Mucha suerte para los próximos seis años y adelante con una tarea tan necesaria, para la que siempre dispondréis del pleno apoyo del Gobierno de Asturias, las instituciones y especialmente el mío como Presidente del Principado.
Vuestra huella, en la historia de Asturias, se reflejará a través de vuestros dictámenes y consejos. Largo es el camino y es hora de ponerse en marcha.