El número de personas mayores de 50 años que reciben un subsidio por desempleo en Asturias ha alcanzado las 12.094, lo que supone un incremento del 4,4% respecto a 2024 y del 12,6% en comparación con 2020. Se trata de la cifra más alta registrada en un mes de abril desde el inicio de la serie histórica, según los últimos datos del SEPE.
Actualmente, tres de cada cuatro personas que perciben subsidio por desempleo en Asturias tienen más de 50 años. Concretamente, el 75,5%, frente al 70,6% de la media nacional. En 2020, este grupo representaba el 63,8%, lo que pone de manifiesto el crecimiento sostenido de este perfil en el sistema de protección por desempleo.
Desde la Fundación Adecco advierten que esta tendencia no solo responde al envejecimiento de la población, sino también a las barreras que encuentran los profesionales sénior para mantenerse activos en el mercado laboral. “Este aumento se produce en un contexto de crecimiento económico, lo que evidencia una desconexión entre la evolución de la economía y la inclusión de los sénior en el empleo”, señala Francisco Mesonero, director general de la Fundación. “En muchos casos, ante la falta de oportunidades reales, optan por permanecer en el subsidio hasta alcanzar la jubilación, desaprovechando así un talento clave para afrontar los retos demográficos y económicos del país”.
El informe presentado hoy por la Fundación Adecco, en el marco del Observatorio de la Vulnerabilidad y el Empleo, alerta además sobre los riesgos de cronificación del subsidio, especialmente el dirigido a mayores de 52 años, que incluye una sobrecotización del 125% de la base mínima. Para evitarlo, la entidad apuesta por reforzar las políticas activas de empleo y fomentar la recualificación de los profesionales sénior.
El estudio también destaca el fuerte impacto emocional del desempleo prolongado. El 55,4% de las personas mayores desempleadas lleva más de un año buscando trabajo, y el 65% admite haber perdido la autoestima como consecuencia. “El desempleo de larga duración puede erosionar su identidad y sentido de propósito. Muchas sienten que ya no tienen nada que aportar, cuando en realidad aún pueden desempeñar un papel importante en el tejido productivo”, explica Begoña Bravo, directora de Inclusión de la Fundación.
El informe se basa en datos oficiales del Ministerio de Trabajo y en una encuesta a 450 personas mayores de 50 años en búsqueda activa de empleo. El objetivo es poner sobre la mesa una realidad cada vez más extendida y visibilizar la necesidad urgente de soluciones estructurales.